Teoría acerca de los miedos según el Sistema del Código Propio

Los miedos y dificultades que se transforman en muros impenetrables existen para recordarnos que hay algo que tenemos que rescatar de nuestro baúl inconsciente, que a mi entender es la parte más sabia de nuestra psiquis.

En general nos conformamos con saber las razones que nos llevan a sentirnos inseguros en distintas situaciones. Hablamos de lo que más tememos, buscamos justificaciones o damos explicaciones acerca de las razones válidas que tenemos para entrar en pánico, sin embargo, esto no logra aliviarnos del sufrimiento. Lo que más necesitamos es intentar sanarlo.

Para ello es necesario en lugar de hablar de nuestros monstruos imaginarios, animarnos a habitar y experimentar con todo nuestro cuerpo y con los ojos cerrados la situación temida para poder encontrar así la verdadera cara de lo que más nos atormenta y hallar el sendero despejado para sanar esta respuesta.

Este ejercicio surge de la siguiente hipótesis:

Cuando no logramos resolver eficazmente alguna dificultad o miedo que se nos presenta, es porque estamos utilizando una serie de recursos que hemos aprendido inconscientemente y los aplicamos como si fueran nuestros cuando en realidad no lo son, es por esto que no logramos resolverlos.

Teniendo en cuenta que es información absorbida generalmente a temprana edad no resulta útil pensar o hablar de esto hasta descubrir cuál es. Lo importante es descifrar esta información a través de la experiencia y en estado introspectivo es decir con los ojos cerrados.

Es por esto que en el ejercicio que se propone están las pautas para limpiar lo que sabemos, o sea nuestro espacio más conocido acerca de nuestro miedo (Primera Parte ) y la posibilidad de experimentar el espacio desconocido habitado por los monstruos más temidos (Segunda Parte).

De esta manera no nos rendiremos a lo que capta nuestra mente simple, sino que intentaremos mirar más allá de los límites aparentes, para no quedarnos en el problema.

Transformarnos en la imagen nos anima a dejar de controlarnos con el pensamiento, que generalmente está relacionado con todo lo que sabemos o conocemos; y nos ayuda a extender nuestra percepción hacia otros horizontes.

Krishnamurti sostiene: [...] Yo veo que la mente es en sí el molde, el patrón, vive en el patrón habitual que se ha creado. Cualquier cosa que la mente haga, contribuye a fortalecer un viejo patrón de conducta. Esto significa que todo lo que la mente hace para despojarse del miedo, causa miedo.

Tomar contacto con el código aprendido nos puede llevar a correr un velo, el de las profundidades del inconsciente.

Para sanar esta respuesta lo que necesitamos descubrir y descifrar es el mensaje que surge luego de habitar el espacio ocupado por nuestro monstruo más conocido. Este descubrimiento es lo que llamo Código Propio. Este código nos muestra el camino de salida para no seguir repitiendo pautas aprendidas que nos desprotegen y nos apartan de nuestra verdadera naturaleza esencial.

Surge de animarnos a experimentar la piel misma de nuestros monstruos más conocidos y hallar la sabiduría que se esconde más allá de lo que más tememos.

Es una información objetiva porque surge de nuestra propia experimentación y vivencia, no son datos que nos llegan del exterior; es acceder a un material muy valioso y desconocido. Esta evidencia produce un impacto emocional que ayuda a la disolución de esta respuesta en nuestra vida porque despeja la raíz de nuestro miedo (código aprendido) y nos muestra el camino de salida que resulta ser nuestra real naturaleza (Código Propio).

Cuando nos movemos en la vida a través del Código Propio vamos resolviendo las dificultades que se nos presentan de una manera simple, invirtiendo menos energía y obteniendo los mejores resultados.

El camino de experimentar ir hacia el encuentro con nuestros miedos puede resultar maravilloso porque descubrimos que, en la piel misma de cada monstruo está oculta nuestra naturaleza esencial.

Lic. Norma Di Lorenzo